ESTUDIOS SUGIEREN QUE UNA BUENA INGESTA DE MAGNESIO DISMINUYE EL RIESGO DE DESARROLLAR EL SÍNDROME METABÓLICO

 

Es importante determinar si una ingesta baja de magnesio está ciertamente asociada con un riesgo incrementado de desarrollar el síndrome metabólico a la luz de la creciente prevalencia del síndrome en la población y la ingesta baja de magnesio (1, 2).

 

Los principales determinantes del síndrome metabólico son la obesidad y la resistencia a la insulina (3, 4). Debido a que la génesis de la obesidad, el exceso de comida y la falta de actividad son sus principales contribuyentes y la obesidad conduce a la alteración del equilibrio fisiológico normal de las adipocinas, resistencia a la insulina, disfunción del endotelio y un estado aterogénico (5), los componentes y el estilo de la dieta juegan un papel importante en el desarrollo del síndrome metabólico; además, se ha reportado previamente que la hipomagnesemia y las bajas ingestas de magnesio contribuyen a la resistencia a la insulina (6,7,8). Por lo tanto, existe una base racional que fundamente la hipótesis de que una dieta inadecuada con una ingesta baja en magnesio en la dieta, puede jugar un papel en la patogénesis del síndrome metabólico.

Ford et. Al. (2) utilizando datos provenientes de la Tercera Encuesta Nacional del Examen de Salud y Nutrición (1998 a 1994) probaron la hipótesis de que la ingesta de magnesio de la dieta está asociada con la prevalencia del síndrome metabólico. Sus resultados mostraron una asociación inversa entre la ingesta de magnesio de la dieta y la prevalencia del síndrome metabólico en acuerdo con los hallazgos del Estudio de Salud de las Mujeres y del estudio en Adultos Jóvenes en el Desarrollo del Riesgo de Arteria Coronaria (13).

Estos estudios basados en poblaciones indican en forma consistente un rol protector para los individuos en la ingesta más alta en magnesio.

 

Los datos de la Tercera Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (1988 a 1994) y el Estudio de Salud de las Mujeres, fueron analizados en una forma de corte transversal. Estos mostraron un Odds Ratio, que calcula la asociación entre el magnesio de la dieta y el síndrome metabólico para las mujeres participantes, para el quintil más alto de la ingesta de magnesio de 0.73 (IC 95%, 0.60 -0.88) y 0.55 (IC 95%, 02. – 1.03), respectivamente (2,12).

 

Por otro lado, el Estudio de Adultos Jóvenes en el Desarrollo del Riesgo de Arteria Coronaria (13), un estudio de seguimiento de 15 años, analizó en forma prospectiva la relación entre el magnesio de la dieta y el síndrome metabólico en personas jóvenes norteamericanas que estuvieron libres del síndrome metabólico a nivel basal. Ellos encontraron que la ingesta de magnesio estuvo asociada en forma inversa, de una manera de dosis-respuesta, con el riesgo del síndrome metabólico incidental; el Ratio de Peligro para los sujetos en el cuartil más alto de la ingesta de magnesio fue 0.69% (IC 95%, 0.52 -0.91).

 

Aunque los resultados de estos estudios muestran en forma consistente una relación inversa entre la ingesta de magnesio de la dieta y el síndrome metabólico, la interacción de otros nutrientes aparte del magnesio y la fibra de la dieta, que también son las principales fuentes de magnesio de la dieta, no fueron controladas.  Indudablemente, está justificada una investigación adicional para generar nuevos datos en este campo.

Sin embargo, tomando en cuenta que la evidencia experimental y clínica sugiere que la cantidad de ingesta de magnesio de la dieta occidental es insuficiente para cubrir las necesidades individuales y que la deficiencia de magnesio puede estar relacionada con el riesgo de una presión sanguínea elevada, hiperglucemia, hipertriglicidemia, bajo colesterol HDL, resistencia a la insulina e inflamación (9), existe una posibilidad biológica fuerte de un impacto directo de la ingesta de magnesio sobre los factores de riesgo metabólicos y cardiovasculares.

Con respecto a la asociación entre la ingesta de magnesio de la dieta y los componentes del síndrome metabólico, los datos a partir de tres estudios grandes basados en la población que analizaron la ingesta de magnesio y el síndrome metabólico (2,12,13) son inconsistentes.  Por un lado, Ford et. Al. (2) no encontró asociación con ninguno de los 5 componentes del síndrome metabólico con la ingesta de magnesio después del ajuste por variables demográficas y confusores potenciales. Por otro lado, después de un análisis ajustado, Song et. Al. (12) reportó que la prevalencia de cada uno de los componentes del síndrome metabólico fue menor en las mujeres del grupo más alto de la ingesta de magnesio comparado con el grupo más bajo, y He et. Al. (13) encontró que la ingesta de magnesio estuvo asociada de forma inversa con los componentes del síndrome metabólico, particularmente entre la ingesta de magnesio y la glucosa en ayunas, circunferencia de la cintura y colesterol HDL.

 

Aunque los datos no son completamente consistentes, la evidencia acumulada a partir de estudios experimentales, de observación, clínicos y epidemiológicos sugiere que la deficiencia de magnesio está fuertemente relacionada a los componentes individuales del síndrome metabólico (10,11), sugiriendo que las dietas ricas en magnesio podrían ser de beneficio para la salud cardiometabólica.  La mejora de la sensibilidad a la insulina y la regulación descendente de los marcadores de inflamación (8,9) pueden ser los mecanismos mediante los cuales una ingesta mayor de magnesio en la dieta reduce el riesgo de desarrollar el síndrome metabólico.

 

Conclusión

Existe una creciente evidencia que muestra que la ingesta de magnesio está asociada en forma inversa con el síndrome metabólico y sus componentes. El deterioro de la sensibilidad a la insulina y el desarrollo de un síndrome crónico inflamatorio bajo, parecen ser los vínculos entre la deficiencia de magnesio y el síndrome metabólico.  Se necesitan resultados de estudios clínicos aleatorios a largo plazo para evaluar la eficacia y seguridad de dietas ricas en magnesio para la reducción de la incidencia del síndrome metabólico.

 

¡Esperamos que esta información les haya sido útil!

 

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Fuente de información:

El magnesio en la dieta (varios autores)

En este libro figura que el tema fue revisado por:

Kuninobu Yokota Md. PhD

Profesor Asociado del Departamento de Medicina Interna

Escuela de Medicina de la Universidad Jikei

Tokio, Japón

 

Referencias:

(1) Fort ES, Mokdad Ah. Dietary magnesium intake in a National Sample os U.S. adult. J. Nutr. 2003; 2879-2882.

(2) Fort ES, Li C, McGuire LC, Mokdad AH, Liu S. Intake of dietary magnesium and the prevelence of the metabolic syndrome among U.S. adults. Obestity 2007; 15: 1139-1146.

(3) Isomaa B. A mayor health Hazard: the metabolic syndrome. Life Sci. 2003; 73: 2395-2411.

(4) Hanley AJ, Wagenknecht LE, D´Agostino RB Jr, Zinman B, Haffner SM. Identification of subjetcs with insulin resistance and beta-cell dysfuncion using alternative definitions of the metabolic syndrome. Diabetes 2003; 52: 2740-2747.

(5) Ritchie SA, Connell JM. The link betweem abdominal obsesity, metabolic síndrome and cardiovascular disease. Nutr. Metab. Cardiovasc. Dis. 207; 17: 319-326.

(6) Song Y, Manson Je, Buring JE, et. al. Dietary Magnesium Intake in Relation to Plasma Insulin Levels and Risk of Type Diabetes in Women. Diabetes Care 2004; 27: 59-65.

(7) McCarty MF, Magnesium way mediate the favorable impacto f whole grains on insulin sensitivity by actino as a mild calcium antagonist. Med Hypotheses 2005; 64: 619-627.

(8) Rumawas ME, KcKeown NM, Rogers G, Meigs JB, Wilson PWF, Jaques PF. Magnesium intake to improved insulin homeostasis in the Framinghen Offspring Cohort. J. Am. Coll. Nutr. 2006; 25: 486-492.

(9) Rayssiguier Y, Gueux E. Nowacki W. Rock E. Mazur A. High fructuose consumption combined with low dieatry magnesiym intake may increase the incidence of the metabolic syndrome by reducing inflammation. Magnes. Res. 2006; 19: 237-243.

(10) Mizushima S., Capuccio FP, Nichols R, Elliot P. Dietary magnesium  intake and blood pressure: a qualitative overwiew of the observational studies. J. Hum. Hypertens 1998; 12: 447-453.

(11) Jee SH, Miller ER III, Guallar W, Singh Vk, Appel LJ, Klag MJ. The effect of magnesium supplementation on blood pressure: a meta-analysis of randomized clinical trials. Am. J. Hupertens 2002; 15: 691-696.

(12) Song Y, Ridker PM, Manson JE, Cook NR. Buring Je., Liu S. Magnesiym intake, Creative protein, and the prevalence of metabolic síndrome in middle-age and older U.S. women. Diabetes Care 2005; 28: 1438-1444.

(13) He K, Liu K. Daviglus ML, Morris SJ, Loria CM, Van Horn L, Jacobs DR Jr. Savage PJ. Magnesium intake and incidence of metabolic symdrome among young adults.   Circulation 2006; 113: 1675-1682.

 

 

 

01/11/2022

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