MICROINMUNOLOGÍA PARA EL VPH (VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO)

 

 

Quizás pocos lo saben, pero hace más de veinte años dos médicos y homeópatas belgas – los doctores Maurice Jenaer y Bernard Marichal – desarrollaron una fórmula basada en la Microinmunoterapia que permite enfrentar eficazmente las infecciones por el Virus del Papiloma Humano mediante el uso en dilución homeopática de una serie de citoquinas y ácidos nucleicos específicos, sin ningún efecto secundario.

 

Existe una gran campaña mediática para convencer a los padres de los beneficios de aplicar la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) a sus hijas, argumentando que toda niña que no se vacune está en peligro inminente de contraer cáncer, cuando la verdad es que la vacuna solo evita que se infecte por causa de algunas de las más de cien cepas de un virus que apenas se detecta, y afirman que en caso contrario, no hay tratamientos eficaces. Según parece esta información no es real.

 

Es cierto que los principales genotipos del virus - el 16 y el 18 – se encuentran presentes en el 70% de los cánceres y que la prevalencia de la infección en todos sus grados es de algo más de cinco mujeres por cada cien habitantes, pero teniendo en cuenta que en la gran mayoría de los casos el virus se negativiza al cabo de dos años, la alarma está definitivamente fuera de lugar.

 

Según las estadísticas, el número de muertes anuales provocadas por cáncer de cuello de útero – inducido por todos los tipos de virus – son de menos del 0.6% entre los que fallecen por otro tipo de cáncer. Además la edad media de las fallecidas es de 63 años. Es importante saber además, que de estas muertes el 30% corresponden a cánceres provocados por tipos de virus no incluidos en la vacuna.

 

Otro dato erróneo es que no es posible eliminar el Virus del Papiloma Humano una vez que ha infectado a alguien y por eso la vacuna es necesaria. Pero lo cierto es que la plata coloidal o el ozono podrían utilizarse localmente en las personas contagiadas al manifestarse los primeros síntomas; pero al tratarse de potentes microbicidas no patentables, lamentablemente no se recomiendan a pesar de su eficacia. Otros potentes viricidas naturales son – entre otros – el ácido glicirrínico presente en el regaliz, el ajo, la cebolla y especialmente en las semillas del pomelo.

 

En resumen, al no ofrecer los médicos a sus pacientes remedios tan sencillos, el virus puede provocar con los años lesiones – calificadas de “premalignas” – que con frecuencia empeoran al ser tratadas, ya que al hacerlo, se deterioran también los tejidos adyacentes agravando más el problema. Esto suele suceder a pesar de las posibilidades de tratamientos que comprenden la crioterapia (congelación de tejidos), la electrocirugía (el calor destruye los tejidos afectados), la extirpación electroquirúrgica (el crecimiento anormal es extirpado usando energía eléctrica), el láser (la luz láser es usada para destruir los tejidos anormales), la extirpación de verrugas genitales (porque disminuye el riesgo de retorno de la displasia), y en casos más graves, la conización uterina (extirpación de porciones de tejido en forma cónica del cuello del útero) o la extirpación total del útero. Es decir, que aun cuando no se aplican las medidas naturales eficaces antes mencionadas, que hubieran impedido tales lesiones, si se producen, se resuelven en la mayoría de los casos evitando así la aparición de un cáncer.

 

Luego de esta explicación, les damos a conocer un método inocuo que podría hacer innecesarios hasta los tratamientos antes mencionados; se trata de la Microinmunoterapia. En Europa se están consiguiendo excelentes resultados, incluso en fases neoplásicas avanzadas.

 

La Microinmunoterapia

Esta terapia fue creada por el doctor belga Maurice Jenaer, y consiste en una síntesis de la investigación convencional en el área de Inmunología y de las posibilidades que la Homeopatía ofrece para obtener soluciones terapéuticas eficaces desprovistas de efectos secundarios.

 

La Microinmunología es una terapia de última generación que utiliza en dosis infinitesimales (de acuerdo con el proceso homeopático de dilución-dinamización) unas moléculas sintetizadas por el organismo que son específicas de las reacciones inmunitarias: las citoquinas (un tipo de proteínas de bajo peso molecular), con la intensión de que su ingesta provoque una reacción en cascada de los mecanismos del sistema inmune; de forma gradual y sin efectos secundarios.

 

Las citoquinas son elementos fundamentales en las fórmulas utilizadas por la Microinmunoterapia porque intervienen en la diferenciación y maduración de una gran variedad de células del sistema inmune, en la comunicación entre ellas, y en algunos casos, actúan de manera directa. Siendo la principales conocidas en la actualidad las interleuquinas, los interferones, los factores de crecimiento de colonias y los factores de necrosis tumoral.

 

La experiencia clínica ha demostrado que el uso de citoquinas elaboradas en laboratorio en las fórmulas utilizadas por la medicina alopática provoca importantes efectos secundarios. Así que mientras los oncólogos y demás médicos tratan de evitar el grave inconveniente de esos efectos secundarios, la Microinmunoterapia ha demostrado que la solución está en usar simplemente las citoquinas en dosis homeopáticas, porque su preparación en dosis infinitesimales diluidas y dinamizadas no solo reproducen su funcionamiento orgánico – las citoquinas actúan en nuestro cuerpo a nivel infinitesimal – sino que lo hacen sin provocar efectos secundarios ni perder la información vibracional, que transmitida al sistema inmune, pone en marcha la reacción deseada.

 

El segundo elemento fundamental en la formulación microinmunoterapéutica – y por supuesto, en la fórmula contra el VPH – lo constituyen los ácidos nucleicos específicos. En 1994 el Dr. Bernard Marichal, quien colaboraba con el Dr. Jenaer, dio un paso más en las investigaciones y encontró la forma de impedir la síntesis de proteínas víricas mediante ácidos nucleicos específicos correspondientes a fragmentos del genoma viral, preparados una vez más según el proceso de fabricación de los remedios homeopáticos.

 

Los ácidos nucleicos específicos son una mínima porción de un único gen de un organismo que se obtiene por síntesis química pura en laboratorio. En el caso de ser seleccionados para combatir un virus, los ácidos nucleicos escogidos pueden actuar a nivel de un gen indispensable para eliminar el potencial infeccioso del agente patógeno o a nivel de un gen necesario para asegurar la capacidad reproductiva del microorganismo o su supervivencia.

 

Cómo se ingieren las cápsulas

Las cápsulas de Microinmunoterapia con los gránulos impregnados por la solución homeopática no deben ser tragadas, se deben abrir y depositar su contenido bajo la lengua a fin de que se diluyan lentamente. De esta manera, la información distribuida en al tintura homeopática sobre la superficie de los glóbulos, pasa a través de la mucosa de la boca para desde allí ser distribuida por todo el cuerpo. “La administración de las citoquinas por esta vía – explica Jenaer – no es solo sencilla y bien tolerada por el paciente, sino que además tiene la ventaja de la proximidad inmediata a las uniones linfoides, particularmente numerosas en esta región, el anillo de Waldeyer, los ganglios, las amígdalas, las vegetaciones adenoides y otras, asegurando la abundancia en esta zona de células inmunocompetentes efectoras. Si la información es transmitida por una citoquina administrada por vía sublingual, el mensaje será claro para la célula de Langerhans, cuya función es captar a su paso toda la información y si es necesario, movilizarse para transmitirla a las uniones linfoides. A partir de allí será la propia dinámica del sistema inmunitario la que establecerá las direcciones de acción en todo el organismo”

 

Los glóbulos están colocados en cápsulas perfectamente diferenciadas. Las cápsulas se numeran y se presentan con varios colores para seguir la secuencia correcta de la cascada inmunológica. En cada cápsula hay exactamente la misma medicación variando la dilución solamente de una cápsula a la siguiente, y por lo tanto, su capacidad de estímulo. Obviamente deben tomarse siguiendo la pauta establecida por el terapeuta a fin de que dichos estímulos sean progresivos y no aleatorios.

 

La 2LPAPI es el nombre de la fórmula utilizada por la Microinmunoterapia para tratar la infección por el Virus del Papiloma Humano. Contiene interleuquina 1, interleuquina 2, interferón alfa, antiHLA-DR, ciclosporina A, ácido ribonucleico y ácido nucleico específico N.° 8 en dosis homeopáticas. Es eficaz y carece de riesgos y efectos secundarios.

 

El ámbito de aplicación de la Microinmunoterapia es amplio y numerosos pacientes han podido ya beneficiarse de ella. También es eficiente como apoyo del sistema inmune cuando se da conjuntamente con los tratamientos convencionales; especialmente en casos de cáncer.

 

Finalmente, lo importante es que se ha descubierto que para entrar en el mundo celular no hace falta maltratar la célula, el tejido o el órgano, sino informar, que es lo que hace la homeopatía; y lo más trascendente es que esta terapia podría ser aplicada en un gran cantidad de enfermedades, sobre todo en aquellas en las que está implicado el sistema inmunológico, que son las más numerosas.

 

Si tienes interés en este tipo de terapia, te aconsejamos acudir a un homeópata acreditado, el cual atenderá tu caso de manera particular y te dará la información y el tratamiento adecuado.

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