TRANSMUTAR LA ENERGÍA SEXUAL
Contener la energía sexual con el único pretexto de obedecer reglas dictadas por la Iglesia o por la sociedad, eso se llama simplemente represión. Y la represión no puede ser una solución al problema de la sexualidad; la represión es la negación a dar a la fuerza sexual su salida natural sin tener en la cabeza un ideal, lo suficientemente poderoso, capaz de hacer un trabajo en los planos superiores para canalizar y transformar esa fuerza. La verdadera renuncia no debe ser una privación, sino una transposición a otro plano. Es la misma actividad que continúa, pero orientada hacia los planos superiores. No es preciso privarse, no hace falta renunciar, sino simplemente desplazar, es decir, hacer arriba lo que hacíamos abajo: en vez de beber el agua de una ciénaga, simbólicamente hablando, beber el agua de una fuente pura, cristalina.
Extraído del libro “Pensamientos cotidianos 2020”
Autor: Omraam Mikhaël Aïvanhov
Editado por Bien de Salud
con la autorización de Editorial Prosveta
FRANCIA
29/12/2020