NUTRICIÓN BÍBLICA

 

Para los cristianos, Dios nos ha dado el cuerpo, y espera que lo alimentes, que le des descanso, que lo ejercites adecuadamente y que crezcas tanto en la mente como en el espíritu.

Usando las Escrituras como nuestra guía de alimentos, exploraremos los diferentes alimentos descritos en la Biblia y veremos qué comían las personas en ese entonces a diario. La comida que se menciona en la Biblia era más simple; en ese entonces no había alimentos procesados y la gente comía alimentos según el diseño de Dios.

La Biblia habla de “quitarse el ropaje de la vieja naturaleza y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza”. Esto incluye nuestros hábitos (ver Efesios 4.22, 24). Romanos 12.2 dice: No se amolden al mundo actual, sean transformados mediante la renovación de su mente. Dejen que Dios los transforme en personas nuevas.

Pan. El pan se comía en casi todas las comidas y se estima que proporcionaba del 50 al 70 por ciento de las calorías diarias de una persona común. El pan se elaboraba principalmente con harina de cebada, pues era más fácil de cultivar que el trigo.

Uvas, aceitunas e higos. Las uvas se cultivaron principalmente para el vino, aunque algunas se consumieron frescas en la cosecha o se secaron como pasas para su almacenamiento.

También se consumieron el dátil, la granada y la higuera sicómoro. La fruta también se hervía en un almíbar espeso y dulce, al que la Biblia se refiere como miel.

Las aceitunas se cultivaron exclusivamente para elaborar  aceite, que se usaba no solo para cocinar, sino también para iluminación, ofrendas de sacrificio, ungüentos y para el oficio sacerdotal. Hasta el día de hoy, los olivos crecen en colinas y montañas en todo el país. El aceite de oliva local se utiliza para diversas ensaladas y platos cocinados.

Las nueces, pecanas y almendras se consumían en pequeñas porciones, pero aportaban poderosos nutrientes.

Las lentejas rojas.  Se preparaba un cocido con ellas. Recordemos el plato que preparó Esaú.

 

20/09/2021

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