EL USO DE CATAPLASMAS PARA DIVERSAS DOLENCIAS
Las cataplasmas consisten en aplicar sobre la piel algún producto con fines curativos. Generalmente, el producto se envuelve en una tela o gasa preferentemente de algodón delgado para que no pierda sus propiedades.
En las cataplasmas se pueden usar todos aquellos productos que tengan propiedades curativas, y será el médico o el especialista el que recomiende cuáles son las más indicados para cada caso en cada paciente.
A continuación les indicamos las cataplasmas más comunes que se pueden aplicar:
ARCILLA
Se hace una pasta de arcilla y se extiende sobre la parte del cuerpo que se desea tratar, el grosor no deberá ser de más de medio centímetro, y durante los días sucesivos se va aumentando hasta llegar a los tres centímetros. En las zonas delicadas se debe poner una tela fina entre la arcilla y la piel. Una vez que la cataplasma se seca, se debe retirar y enjugar la piel con agua fría o tibia.
Beneficios:
- Para las enfermedades de la piel en general (acné, forúnculos, abscesos, etc.).
- Esguinces.
- Contusiones.
- Derrames.
- Dolores reumáticos.
- Pinzamiento de los meniscos
REQUESÓN
Se amasa el requesón con suero formando un ungüento del espesor de un centímetro y se aplica sobre la zona afectada. Se envuelve con una tela de algodón húmeda y encima una seca.
Beneficios:
Frías
- Inflamaciones de la piel.
- Neumonía.
- Pleuresía.
- Flebitis.
- Herpes.
Calientes
- Para niños con neumonía.
CATAPLASMA DE COL
La aplicación de las hojas de col verde sobre la rodilla en casos de artrosis y contusiones agudas, tiene muy buenos resultados.